El BSC fue desarrollado por Robert Kaplan y David Norton cuando trabajaban en un proyecto que pretendía explorar nuevas formas de medir el rendimiento organizativo.
Esta herramienta surge porque los modelos de desempeño tradicionales, que se basaban fundamentalmente en las valoraciones de la contabilidad, no explicaban el impacto que tenían los activos intangibles en el rendimiento de las empresas, especialmente en aquellas en que existía una fuerte presencia tecnológica.
En el año 1992, la publicación de “The Balanced Scorecard: Measures That Drive Performance” en la Harvard Business Review, tuvo gran impacto y se le otorga el premio al mejor artículo del año por dicha revista.
En el proceso de surgimiento y evolución del BSC como herramienta de dirección y gestión empresarial podemos encontrar cuatro etapas o generaciones diferenciadas.
La primera etapa es la que se centra fundamentalmente en el performance o desempeño de la empresa, en el sentido de establecer distintos indicadores que nos permitan medir su alcance.
En la segunda etapa el BSC trata de incluir la visión estratégica en este conjunto de indicadores.
En la tercera fase, se unifican los objetivos con los indicadores, a partir de unas relaciones causa-efecto y se establecen los mapas estratégicos.
Por último, la cuarta etapa hace referencia al alineamiento estratégico, siendo éste último el tema medular de esta generación de BSC.
De acuerdo con la revisión de literatura, existe más evidencia a favor de la utilización de esta herramienta de dirección estratégica que en sentido contrario, por lo que se concluye que favorece el desempeño empresarial.
El BSC es el resultado de una propuesta que a la fecha prácticamente se ha convertido en el estándar de la dirección estratégica, al punto que muchas empresas dedicadas al desarrollo de soluciones tecnológicas recomiendan su utilización (como es el caso del software SAP10 o la misma Microsoft11), lo que ha favorecido su diseminación global.
La herramienta ha revolucionado la dirección estratégica y su campo de acción ha pasado desde un modelo que pretendía al inicio evaluar el desempeño empresarial, hasta un modelo que pasó por algunas transformaciones complementando la idea. Así se tiene por ejemplo que los enfoques han cambiado a lo largo de estos años, desde una visión puramente financiera, pasando por un enfoque estratégico, informático, hasta llegar a una perspectiva de alineamiento de recursos humanos.
Para su difusión han contribuido dos elementos importantes: el uso de las tecnologías y el desarrollo de modelos de dirección estratégica.
Las líneas futuras de investigación recomendadas giran en torno a los siguientes tópicos: cómo hacer partícipe a las personas del proceso del BSC, las relaciones causa-efecto de los mapas estratégicos, cómo lograr el compromiso de la gerencia para que la implementación del BSC sea exitoso.
Se requiere más investigación analítica y empírica en cómo se deben alinear los recursos y las personas para la implementación del BSC mediante la coordinación y comunicación. Finalmente otro campo de investigación propuesto por los autores tiene relación con el sistema de incentivos, que no solo debe considerar indicadores financieros, sino también otras medidas no financieras.
Una integración de las estrategia de la empresa, con todas las perspectivas con que se interrelaciona la compañía, y con unos indicadores concretos para evaluar los objetivos, conformarán el futuro de esta herramienta gerencial.
Fuente: UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA
“LA CUARTA GENERACIÓN BALANCED SCORECARD: REVISIÓN CRÍTICA DE LA LITERATURA CONCEPTUAL Y EMPÍRICA” JOSÉ LUIS MASSÓN GUERRA - JORDI TRUÑÓ I GUAL
No hay comentarios.:
Publicar un comentario